INTRODUCCIÓN
En Chile, la superficie plantadas con paltos, según el censo agrícola de 1997, era de 16.919 hectáreas, de las cuales, 11.107 estaban en producción y 5.812 en formación; en los últimos 3 años el aumento del ritmo de plantación es cercano a las 1.000 – 1.500 hectáreas cada año. Ante esta realidad, se puede prever que la producción irá en aumento a una tasa mayor que la demanda.
Ello implicaría a los productores retornos económicos cada vez menores, lo que los obligaría a ser cada vez más eficientes. Para mantener la rentabilidad, el productor deberá disminuir sus costos de producción o bien aumentar su productividad. Sin embargo, el cómo aumentar o solamente mantener la producción del palto, es aún tema de múltiples investigaciones en los países productores.
Junto con aumentar la producción de los huertos de paltos es necesario
aumentar el tamaño de la fruta cosechada, ya que el aumento de la oferta lleva
consigo un aumento en las exigencias del mercado importador, siendo uno de los
factores limitantes para la exportación de paltas chilenas.
Uno de los principales problemas, es el desconocimiento real de las necesidades hídricas sobre el rendimiento, particularmente en el caso del palto, especie muy sensible tanto al déficit como al exceso de agua. Por su parte el manejo del riego en los huertos de paltos es responsable directo del crecimiento y desarrollo de los árboles, como de la productividad y calidad de la fruta cosechada.
Se plantearon los siguientes objetivos:
1. Realizar una aproximación a los reales requerimientos hídricos del palto para la provincia de Quillota, una de las principales zonas productoras de Chile, estimando sus coeficientes de cultivo y volúmenes de agua anuales requeridos por hectárea.
2. Determinar el efecto de diferentes volúmenes de riego sobre el desarrollo vegetativo y reproductivo.
3. Revisar la validez y correcto funcionamiento de algunos implementos de riego utilizados actualmente en paltos como es la bandeja evaporimétrica clase A y los tensiómetros mediante la determinación de relaciones con la evapotranspiración potencial entregada por el método de Penman-Monteith y las lecturas de una sonda de neutrones respectivamente.
4. Validar la aplicabilidad de tecnologías empleadas en planificación de riegos en muchos países a huertos de paltos, como es el uso de estaciones meteorológicas y aspersor de neutrones y con ello, junto a posteriores estudios, sentar las bases para determinar los volúmenes de agua anuales por hectárea y las frecuencias de los riegos que logren maximizar la producción de esta especie frutal.
Material y Métodos
El ensayo se llevó a cabo entre marzo de 1998 y abril de 2000 en el predio La Invernada, ubicado en Nogales, provincia y comuna de Quillota, V Región (32°50’ Sur y 71°13’ Oeste). Se utilizaron 1,8 ha de árboles adultos de la especie Persea americana Mill. cv. Hass, en estado de alta producción, con un marco de plantación de 6 x 6 m.
Clima
El predio se
encuentra inserto en el agroclima Quillota, ubicado en el sector poniente del
Valle del Aconcagua, latitudes 32°50’S a 33°10’S, constituyendo un clima muy
local dentro de la zona. El régimen térmico de esta zona se caracteriza por una
temperatura media anual de 15,3°C, con una máxima media del mes más cálido
(enero) de 27°C y una mínima media del mes más frío (julio) de 5,5°C. El
período libre de heladas aprovechable es de 9 meses, de septiembre a mayo. La
suma anual de temperaturas base 10°C es 1.900 grados-día. Las horas de frío, de
marzo a noviembre llegan a 500. La temperatura media mensual se mantiene sobre
10°C. El régimen hídrico se caracteriza por una precipitación anual de 437 mm,
siendo el mes de junio el más lluvioso con 125 mm. La evaporación máxima en diciembre es de 7,07 mm/día y la
mínima es en junio con 1,2 mm/día (NOVOA et
al., 1989). La humedad relativa de la zona es más bien
alta, siendo uniforme a lo largo del año (entre 67 y 83%), presentándose
mayormente en los meses de invierno (83%) y durante las primeras horas de la
mañana (MARTINEZ, 1981).
Suelo
La plantación de paltos esta hecha sobre camellones de 0,8 m de altura, en un suelo de origen aluvial, de textura franco arcillo arenosa, con un 5% de pendiente. Tiene un pH de 8,16 y una Conductividad Eléctrica de 1,79 mmmohs/cm y un 1,33% de materia orgánica.
Agua
El agua
de riego se obtiene de un pozo somero, a orillas del río Aconcagua, que tenía
al momento de hacer el análisis, un pH de 7,29 y una Conductividad Eléctrica de
0,67 mmhos/cm. El resto de los elementos analizados, no presentaron ninguna
contraindicación para el cultivo del palto.
Material
Experimental
En el primer
año, el experimento consistió en 12 tratamientos de riego, que corresponden a
un 90, 100, 110 y 130% de la evaporación de cultivo (ETc), con 3 frecuencias distintas, las cuales son diarias,
dos veces por semana y una vez por semana. Esto significó el establecimiento de 12 parcelas
experimentales con un mínimo de 16 árboles medibles cada una, en las cuales se
probó durante este primer año la combinación de 3 frecuencias y 4 láminas de riego
diferentes.
En la segunda temporada se eliminaron las
frecuencias, haciendo el riego en base al agotamiento parcial del agua en el
suelo, con el objeto de hacer más racional las cantidades de agua a aplicar y
evitar riegos demasiado prolongados o muy pequeños según la época del año, como
se observó en la primera temporada del ensayo. Por lo tanto, se trabajó sólo
con las 4 láminas de riego diferentes, que son en definitiva las que marcarán
el uso consumo del agua y responsable de las mayores o menores producciones en
el huerto.
Para determinar
las láminas de riego a aportar a cada uno de los tratamientos, se hicieron
mediciones de evaporación diaria, con el uso de dos Bandejas Evaporimétricas de
diferentes características y además se obtuvo el ETo de Penman-Monteith de una
Estación Metereológica Computarizada, ambas ubicadas en el mismo huerto.
Para las
mediciones de humedad del suelo se utilizó un Aspersor de Neutrones,
evaluándose en 12 tubos de 140 cm de profundidad y determinando la cantidad de
agua a los 20, 30, 40, 60, 80, 90, 100 y 120 cm de profundidad. Además de 36
Tensiómetros, divididos en 12 estaciones, cada una de ellas con tres
tensiómetros, puestos a 30, 60 y 90 cm de profundidad. Además dentro de las
mediciones del suelo, se determinó la temperatura a 15 cm de profundidad para
cada uno de los tratamientos.
Los valores del Kb teórico durante los dos años medidos en el ensayo, estuvieron muy por debajo del Kb real, especialmente durante el otoño e invierno. Los resultados obtenidos en el presente ensayo muestran la necesidad de cambiar los Kb, sin embargo, habría que probar si esto mismo sucede en diferentes situaciones geográficas y climáticas, o si la magnitud de estos resultados es tan grande como lo sucedido en este caso, mientras tanto, sugerimos probar los siguientes Kb, para los meses de: Enero 0,75 – Febrero 0,80 – Marzo 0,85 – Abril 0,90 – Mayo 0,95 – Junio 1,10 – Julio 1,20 – Agosto 1,10 – Septiembre 1,00 – Octubre 0,80 – Noviembre 0,80 – Diciembre 0,75.
En un primer momento se pensó que la
causa del comportamiento disímil del coeficiente de bandeja pudo ser el
material (metal monel de 2 mm) y la
base de concreto (10 cm) de ésta de la bandeja evaporímetrica, por lo que se
decidió confeccionar una de acuerdo con las especificaciones dadas por FAO para
Evaporímetros de Bandeja Clase A. Con respecto a las diferencias reales de las lecturas entre los dos
tipos de bandeja éstas fueron muy similares entre los meses de septiembre de
1998 y agosto de 1999, presentando la bandeja tipo invernada, siempre un 5% más
de evaporación que la bandeja Clase A. Esto permitió descartar el tipo de
bandeja como una posible fuente de error en la programación de riegos.
Sonda de neutrones
A pesar de haber hecho una propia curva de calibración, debido primero a la cantidad de piedras presentes en el terreno (que superaban el 30% del volumen de suelo) y segundo, a la imperfección y falta de base científica de la curva aportada por la fábrica, en el sentido del rango de aplicabilidad de ésta bajo nuestras condiciones, sólo se obtuvo un R² de 0,4559, que es muy bajo.
Los resultados
obtenidos por la Sonda de neutrones fueron tan erráticos y tan contradictorios
con lo que mostraban los tensiómetros, lo que estaba sucediendo con las
bandejas evaporimétricas comparadas con el Eto de Penman Monteith, con los
resultados de los crecimientos de ramillas y lo que se veía en el huerto, que
se decidió en el mes de junio de 1999 detener las mediciones hechas por la
Sonda.
Tensiómetros
Los
Tensiómetros reflejaron efectivamente lo que estaba sucediendo con los
distintos tratamientos de riego, asi, los Tratamiento 1 y 2, que
correspondíeron a riegos con 90 y 100% ETc, mostraron un comportamiento
similar, aunque el Tratamiento 2 no tan agudo como el 1, pero, sin lugar a
dudas, durante el primer año ambos tuvieron un severo estrés hídrico. La
apariencia general de las plantas, después de dos años de ensayo, es de un
menor crecimiento de ramillas, menor vigor, color y tamaño de las hojas
comparativamente con los Tratamientos de 110 y 130% de ETc.
Los
Tratamientos 2 y 3, con 110 y 130% de ETc, tienen un comportamiento similar,
sus tensiómetros tanto el primer como el segundo año del ensayo, se mantienen
dentro de los rangos de 10 y 50 cb. Solamente durante los meses de otoño e
invierno en las dos temporadas los tensiómetros suben sobre los 50 cb, hasta la
llegada de las lluvias, donde bajan a niveles de 10 cb. Este fenómeno tiene sus
causas en el Kb asignado a las bandejas evaporimétricas para esa época y
también al bajo Kc dado para esta especie en los meses de otoño e invierno.
Análisis de los registros de temperatura de
suelo
Hubo una gran
similitud de temperaturas de suelo en todos los tratamientos, no habiendo
prácticamente ninguna diferencia entre ellos. Durante el primer invierno
(1998), las temperaturas más bajas se registraron en la 2ª semana de agosto y
correspondió a 7,7ºC; en el segundo invierno (1999), la temperatura fue un poco
mayor, llegando a 8,3ºC y se registró en la 1ª semana de julio.
Por otra parte
las mayores temperaturas de verano, se registraron en ambas temporadas (1999 y
2000), en la cuarta semana de febrero y fueron de 19,2 y 18,3ºC
respectivamente. Es importante considerar que las mayores tasas de crecimiento
radicular se obtienen entre los 18 y los 23ºC, temperaturas a las cuales sólo
alcanzamos en su límite inferior y por un corto plazo.
Producción de Fruta Temporada 1998 y 1999
La primera producción de frutas,
se cosechó 3 a 4 meses después de haber comenzado el ensayo y que corresponde a
la segunda quincena de septiembre de 1998. Estos 3 a 4 meses pertenecen al
período de invierno, que difícilmente pueden haber tenido algún efecto en los
volúmenes y calibres de la fruta cosechada. Esta primera producción muestra una
gran similitud en las parcelas y en los promedios cosechados por parcela, esto
permite sostener que las parcelas del ensayo eran muy similares antes de
efectuar los tratamientos de riego.
La cosecha en el año 1999, fue
muy pobre, debido a los problemas de alternancia en la producción. Como la
cosecha de esa temporada fue tan baja, es muy importante el resultado del
rendimiento que se alcance en el año 2000, ya que sólo las cosechas de los años
1999 y 2000 corresponderán a recolecciones realizadas bajo los tratamientos de
riego diferenciado. Además este resultado es esencial para determinar los
Coeficientes del Cultivo del Palto, ya que hasta el momento sólo contamos con
resultados de mediciones de ramillas y perímetro de troncos en la parte
vegetativa y con los análisis de mediciones de humedad, siendo que, en
definitiva el más importante y determinante, es el resultado de la cosecha que
se obtenga en estos tratamientos.
Análisis
del crecimiento vegetativo
Al analizar el
crecimiento vegetativo en las diferentes épocas de medición, se puede observar
que si bien en el primer período de crecimiento vegetativo, que corresponde al
crecimiento de la primavera de 1998 (desde septiembre a comienzos de
diciembre), no hay diferencias significativas entre los tratamientos.
Los
crecimientos de otoño de 1999, comienzan a mostrar las diferencias en el
desarrollo de los árboles, algo que se mantendrá hasta el final de las
mediciones efectuadas en el otoño del año 2000. Los crecimientos de otoño son
muy importantes cuando en un año no hay producción, pues estos crecimientos
además de aportar una gran cantidad de flores en la primavera siguiente, es el
soporte fotosintético de los nuevos brotes y de los nuevos frutos; esto fue lo
que sucedió con la primavera de 1999, que vino con una gran floración, hubo una
gran cuaja y los crecimientos de esa primavera en los tratamientos más
estresados quedaron pequeños, esto tuvo un doble efecto negativo para las
frutas presentes en los árboles, pues se ajustaron a frutos de calibres más
chicos y parte de ellos tomaron una coloración amarillenta, producida por la
acción directa del sol sobre la piel de estos frutos.
Análisis de los Perímetros de Troncos
Es importante señalar, que se midió la totalidad de los árboles (192) en ambas oportunidades y que la primera medición, efectuada al inicio del ensayo, muestra que todos los sectores tenían la misma uniformidad de troncos, pero, no podemos olvidarnos que el portainjerto de estos árboles provienen de semillas de la variedad Mexícola y que al ser de semilla serán muy heterogéneos, lo importante es que esta desuniformidad sea pareja para todos los tratamientos.
Al cabo de dos años, hay diferencias estadísticas entre los tratamientos, es así que el tratamiento de 90% de Etc muestra los valores más bajos en el crecimiento del perímetro, sea medido en cm de diferencia entre ambos períodos o como un % de diferencia con respecto al año 1998. El Tratamiento de 100% es intermedio, siendo los mejores y estadísticamente distintos a los anteriores, los tratamientos de 110 y 130% de Etc que a la vez son iguales entre si.
Análisis de coeficiente de cultivo
Los
coeficientes de cultivo en los tratamientos de 90% y 100% ETc tuvieron una
seria restricción hídrica durante la primera temporada del cultivo, según lo
mostraron las mediciones efectuadas por los tensiómetros. Además si
consideramos los valores de crecimiento vegetativo y los crecimientos en el
perímetro de los troncos, los peores resultados se obtuvieron con estos
tratamientos. Por lo tanto, el Kc del palto, bajo las condiciones del ensayo,
se acerca mucho más a los Tratamientos de 110 o 130% de ETc.
Siempre hubo
mucho temor de tener excesos de agua, especialmente en las épocas de otoño e
invierno, debido a que el suelo podría estar cercano a capacidad de campo, a
causa de los riegos efectuados en esa época y considerando además las lluvias
de otoño e invierno. Los árboles bajo esta condición de excesos de agua podrían
sucumbir al ataque del hongo Phytophthora
cinnamomi, que causa la Tristeza del Palto, esto hizo que los riegos de
esta época fueran muy conservadores y en definitiva insuficientes. Los ataques
de este hongo en la zona que se cultiva comercialmente el palto en Chile, son
mucho menores si los comparamos con lo visto en otras zonas como, SudAfrica,
California o Australia, posiblemente por la gran cantidad de cobre que
contienen nuestros suelos y aguas de riego, que hacen que el suelo sea
depresivo para este hongo. Por lo tanto no habría que temer el dar más
cantidades de agua en estas épocas tan importantes para el cultivo de esta
especie.
Al analizar lo
sucedido con los tensiómetros en todos los tratamientos en otoño e invierno,
donde subieron sobre los rangos adecuados, queda claro que posiblemente el Kc
de esa época, puede ser similar a los otros meses de mayor demanda de agua por
el cultivo y por lo tanto, necesariamente habría que subirlo.
No obstante lo
analizado en los párrafos anteriores, falta un análisis esencial para poder
determinar cual o cuales de los tratamientos en estudio fueron los mejores y
éste es el análisis de la fruta. Una vez se tengan las cantidades de frutas
cosechadas por árbol y el calibre que tengan estas frutas, en 3 a 4 meses más,
se podrá determinar con mayor exactitud los mejores valores del Kc, para el
palto en la zona en estudio. Mientras tanto, proponemos los siguientes valores:
Enero 0,72-0,75 – Febrero
0,72-0,75 – Marzo 0,72-0,75 – Abril 0,72 – Mayo 0,72 – Junio 0,72 – Julio 0,72
– Agosto 0,72 – Septiembre 0,72 – Octubre 0,72 – Noviembre 0,72-0,75 –
Diciembre 0,72-0,75.
La
evapotranspiración potencial real según la ecuación de Penman-Monteith para el
período entre mayo de 1998 y abril de 1999 fue de 1.145,59 mm. Los riegos
registrados, en el mismo período para los tratamientos fueron de 7.320, 8.138,
8.952 y 10.630 m³/ha, para un 90, 100,
110 y 130% de ETc. En la temporada siguiente, la evapotranspiración potencial
real, entre mayo de 1999 y abril de 2000 fue de 1.103,74 mm. Los riegos
resultantes para los tratamientos fueron de 7.135, 7.928, 8.721 y 10.352 m³/ha,
para los mismos tratamientos. No hay grandes diferencias entre ambas temporadas
de riego.
Si el Kc a usar
fuese de 110% o 130%, los volúmenes de riego irían entre 8.700 y 10.600
m³/ha/año. Estos valores aunque en cierta medida elevados para los registros de
riego de la zona, deben entenderse como requerimientos reales del cultivo.
Ambas proposiciones no consideran la precipitación caída durante los meses invernales
del ensayo. Ésta alcanzó a 106 mm en el período de mayo a diciembre de 1998,
pluviometría excesivamente baja y anormal para el tiempo medido. Tan sólo 18 mm
cayeron en forma fraccionada en el período de riego diferenciado, por lo que no
fue posible determinar el ahorro de agua. Para el período siguiente, la
precipitación fue de 283,8 mm, entre marzo y octubre de 1999, también baja para
el promedio que registra la zona de Quillota y que alcanza a la cantidad de 436
mm.
Con la
distribución de las precipitaciones mensuales para el agroclima Quillota, es
posible estimar que para los 436 mm de pluviometría anual, el componente útil
sería de 100 a 300 mm. De esta forma, para años “normales” con pluviometrías medias de 436 mm al año,
distribuidas principalmente en los meses invernales, los requerimientos de un
huerto de paltos tenderían a los 7000 a 9.000 m³/ha/año.
IMPACTO
TÉCNICO – ECONÓMICO
·
Se valida el
uso de Bandejas Evaporimétricas y Tensiómetros a nivel de huertos,
especialmente en aquellos de tamaño medio a pequeño. En los huertos de mayor
tamaño, debieran predominar las Estaciones Metereológicas Computarizadas para
un riego eficiente.
·
El Coeficiente
de Bandeja debe ser corregido, especialmente en los meses de otoño e invierno.
·
El Coeficiente
de Cultivo, es muy bajo para los meses de otoño e invierno y posiblemente
también para los meses de verano.
·
Se estima que
los volúmenes de riego para una hectárea de palto para la zona de Quillota van
entre 7.000 y 9.000 m³ por año.